El estudiante de español como lengua extranjera enfrenta el estudio de la gramática.
La enseñanza de la gramática es clave y primordial en el proceso de aprendizaje de una lengua extranjera. Sin gramática podemos comunicar penosamente, y si lo hacemos no será de una forma muy correcta y concreta. En todo proceso de enseñanza-aprendizaje de una lengua extranjera nos encontramos con dos puntos fundamentales: la precisión y la fluidez. Probablemente se pueda alcanzar una cierta fluidez sin un gran conocimiento de la gramática, podríamos hacernos entender incluso cometiendo significativos errores de gramática, al contrario, para lo primero sí tenemos que poseer un buen nivel de gramática.
En mi experiencia como estudiante de una L2 he notado el lugar importante que han otorgado los profesores a la gramática en el proceso de enseñanza-aprendizaje de la lengua extranjera. Sin embargo, en algunas situaciones se ha producido un abuso de la gramática y un mal uso de la misma, ya que no basta una formación lingüística para ser profesor de LE, se necesita también una formación didáctica y pedagógica, para saber adaptar los contenidos gramaticales a nuestros alumnos.
Considero que para que se de un buen proceso de enseñanza-aprendizaje de ELE –poniendo atención en “enseñar a aprender”- el profesional de la enseñanza, debería poseer sólidos conocimientos gramaticales, de tal modo que le permitan transmitir a los alumnos de manera sencilla y práctica, de forma veraz y elocuente, la explicación gramatical de la mejor manera posible y aplicada a los objetivos de la comunicación evitando toda posible inducción al error.
La gramática del profesor es una herramienta útil y necesaria para la práctica docente diaria de ELE, sobre todo y a mi entender, aquello que es útil al estudiante (únicamente los aspectos gramaticales útiles y necesarios para un estudiante no nativo) además de ciertas técnicas y habilidades didácticas.
Me permito expresar que la gramática es una disciplina que estudia los elementos de una lengua y sus posibles y diferentes combinaciones, y es ayudada para su comprensión, significado e interpretación por la fonología y fonética, la morfología, la sintaxis y la lexicología.
Independientemente de la definición que adoptemos de gramática, lo que sí está claro es que ésta se ocupa de muchos aspectos de nuestra labor como profesores de ELE. Por lo tanto, el profesor debe buscar información y trabajar con las diferentes gramáticas que existen: tradicional, comparada, estructural, generativa, histórica o descriptiva.
Evidentemente no basta con conocer gramática, hay que saber cómo enseñar gramática. El profesor de ELE debe tener el conocimiento y la formación precisa para decidir qué contenidos tiene que enseñar, cómo, cuándo y por qué, además de saber evaluarlos. Este conocimiento le llega a través de la formación específica en didáctica de lenguas extranjeras y a través de la experiencia. Pero además, actualmente los profesores cuentan con otros recursos útiles, como las gramáticas para estudiantes de ELE, los estudios específicos de didáctica de gramática destinados a profesores y los manuales de ELE, por citar sólo algunas posibilidades.
Entonces se puede afirmar que:
- el papel de la gramática en la enseñanza-aprendizaje de ELE es algo fundamental.
- la competencia gramatical es primordial para aprender un uso correcto de la lengua.
Ahora bien, podría concluir que el profesor de ELE no debería enseñar la gramática como un fin, sino como un medio, una herramienta para que sus alumnos alcancen una competencia comunicativa. No se trata por lo tanto de enseñar gramática, sino de utilizar la gramática para enseñar a comunicarse en español.
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